Reclamación de impagos. La fase previa, la negociación

Reclamación de impagos. La fase previa, la negociación

La importancia de una buena  gestión
1.- Dada la realidad social del momento, se trata de uno de los procedimientos más delicados. En la actualidad existen varias empresas de recobros que emplean, la gran mayoría, unas técnicas poco efectivas, basadas en presiones desmedidas y algunas, ciertas coacciones. Esta fórmula es un claro error, y lo único que origina es un alejamiento total de las posturas de las partes, forzando con ello acudir a la vía judicial; Se saltan una fase que es primordial y básica, la NEGOCIACIÓN. Su importancia no es otra que poder lograr un pago con prontitud, si bien es cierto, debemos atraer su cumplimiento con ciertos aplazamientos, o quitas parciales de la deuda. Todo ello debidamente reconocido mediante escrito firmado inter-partes, y evitando así demorar los cobros y tener que perseguir los bienes del deudor, cumpliendo las expectativas económicas del acreedor en mayor o menor medida. Con estos resultados evitamos la engorrosa y a veces costosa fase judicial, que en la mayoría de los casos se alarga en el tiempo de sobremanera para lograr una sentencia, descontando el tiempo de los recursos y de las ejecuciones; a veces más de 2 años de procedimientos.

2.- Una vez rota esta fase de negociación, cabe plantearse la posibilidad de reclamar los importes por la VÍA JUDICIAL.

La vía inicialmente empleada es el denominado PROCESO MONITORIO que se puede hacer mediante papeleta formalizada o bien por medio de demanda, sin que sea necesaria asistencia de Letrado y / o Procurador en cuantías hasta 2000 euros. Lo mismo para el caso de la contestación.

Este procedimiento, en caso que no exista oposición, lleva aparejado la ejecución. Sin embargo, en caso de que sí exista oposición este procedimiento deriva, según cuantía y materia, en el ORDINARIO (>6.000 euros) o VERBAL (<6.000 euros).